El papel de las familias en la educación

La educación es un proceso mediante el cual se transmite conocimiento, habilidades, valores y cultura de una generación a otra. Este proceso implica la adquisición de información, la formación de habilidades, el desarrollo del pensamiento crítico y la internalización de normas y valores que son fundamentales para el funcionamiento de una sociedad. La educación puede ocurrir de diversas formas, tanto formal como informalmente, a lo largo de toda la vida de una persona.
Cuando pensamos en la palabra «educación», lo primero que se nos viene a la mente es la escolarización. El rol del docente es de los más importantes durante este proceso, pero muchas veces olvidamos lo que ocurre una vez los alumnos salen de las aulas. Ahí es cuando entran en acción las familias.
Las familias y la educación
Este pilar es el primer agente motivador de aprendizaje, y en él se asientan las primeras bases de enseñanza de todo educando. Es importante no olvidar, que aquí se generan los primeros lazos de unión entre niño y aprendizaje en valores. Por lo tanto, debe de existir un buen reforzamiento positivo desde la base con respecto a este tema.
Debido a esto, entendemos que las familias son motores de referencia para sus hijos, modelos a seguir, y generadores de diferentes climas de confianza con respecto a su futuro. Es conveniente resaltar que estos mismos agentes no están solos. Es decir, la colaboración con todo su entorno educativo debe de primar en todo momento, de forma que la coordinación conjunta se conforme como indispensable.

